Será una pena veros donde estuve,
a pesar del aviso que clavé con oxidadas puntas en la puerta
y la vela que mantuve encendida,
todo fue rechazado, negado
y el murciélago
partió de la cueva.
Cuando os capturen las sombras,
no os valdrá la huida,
y ya, como ratones cautivos,
tocareis escrito en la paredes
tan oscuras
la huella , los dias,
y los ojos
de vuestra brillante ceguera. 

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